Torrelavega se impone a los amarillos por 31-34 en un duelo que acabó rompiendo la escuadra cántabra en la recta final. Digno encuentro de una escuadra arandina en la que sobresalió Dalmau con nuevo goles. Finalmente pudo debutar Agustín Vega
Primera derrota en el Santiago Manguán. Tubos Aranda Villa de Aranda cae ante Torrelavega por 31-36 tras dejarse ir en los últimos minutos de partido. Encuentro de máxima entrega por parte de ambos equipos que deja a los de las tierras del Duero en los últimos puestos.
Igualdad tras el tiempo de cortesía (2-2) Cinco minutos con igualdad ante un Torrelavega que comenzó a demostrar ser una escuadra hecha a la categoría. Los de Cuétara aprovecharon los errores amarillos para ponerse por delante camino del segundo parcial.
El siete inicial planteado por Márquez con varios cambios marcaba la estrategia basada en saber dosificar sus armas. Pau, Arthur, Rogonovs esperaron su momento desde el banquillo.
En el ecuador de la primera parte Torrelavega supo abrir brecha para marcharse en el marcador con el 6-9. Algo que supo leer Javi Márquez para solicitar el primer tiempo muerto del partido.
Entrada en el 40×20 de Rogonovs, Samu y Arthur para establecer el 8-9 y recortar distancias junto a la parada de Vyunyk. El pivote letón volvería a ser protagonista para empatar el choque (13-13) a falta de nueve minutos para llegar al término del primer acto.
El partido entro en nueva dinámica con un período de igualdad que rompería Torrelavega por deméritos de un Tubos Aranda Villa de Aranda que se atascó en ataque en el tramo final (16-18)
Con desventaja de un tanto (18-19) y el cántico de Si Se Puede en la grada los equipos se marcharon al tiempo de descanso. Resolverían los segundos 30 minutos en el 40×20 arandino con una espléndida entrada.
El trabajo desde la estrategia
Torrelavega retornó con más acierto el segundo tiempo para abrir de nuevo brecha hasta los tres goles (20-23) Tocaba ponerse el mono de trabajo.
Tamayo mandó el partido a la grada con el Si Se Puede tras establecer el 23-24. Y Pol devolvió el partido al empate. Idas y venidas en una nueva fiesta del balonmano en la capital de las tierras del Duero. Llegaba el ecuador de la la segunda parte con el partido en la mínima expresión 27-28.
Arreón final sin premio
El partido entraba en el último cuarto de encuentro con un empate que alimentaba esperanzas a partes iguales. El Tubos Aranda seguía, insistía, molestaba a la ambición ganadora de Torrelavega. Así, a falta de nueve minutos para el final empata (29-29) Berbel desde los siete metros.
Tiempo muerto de Javi Márquez para buscar el antídoto perfecto ante el empuje cántabro. Pero los de Cuétara pusieron la directa al triunfo para marcharse 31-34 a falta de dos minutos para el final. El partido ya tenía dueño y solo faltaba el marcador final de 31-36, una renta real, pero que no hace justicia al gran esfuerzo de los amarillos.
