Los amarillos se vieron por detrás en el tramo final del partido, tras dominar en varias fases del encuentro. Un lanzamiento al palo de Berbel en la última jugada imposibilita el empate. Los amarillos suman su tercera derrota consecutiva, pero cuentan con una renta de cuatro puntos sobre el descenso
Tubos Aranda Villa de Aranda pierde en Benidorm y da vida a un rival directo. Doble castigo de una dura derrota, tercera consecutiva en el último tramo de competición -segunda ante un rival directo-. Mal día para perder (32-31)
Primera parte igualada en la que nadie quería perder su oportunidad. Los amarillos de saberse equipo de ASOBAL la próxima temporada en un alto porcentaje. Los levantinos, en una tesitura similar, pero asfixiados por ocupar posiciones de descenso.
El duelo vivió dominio alterno por momentos. Comenzaron mandando los de Krivokapic con un 7-5 al que respondería la escuadra de Márquez remontando para ponerse por delante (11-12) Una reacción amarilla con gran actuación de Dalmau -seis goles en el primer tiempo-. Tubos Aranda tomó el control con el 14-16, pero la tensión por todo lo que había en juego ajustó el marcador para mandar el partido al descanso en mínima renta amarilla (18-19)
Saber sufrir sin recompensa
En la reanudación más intensidad y tensión en el juego. Golpeó primero un Tubos Aranda Villa de Aranda que no quería verse sorprendido (18-20) Pero los de Krivokapic tampoco podían verse por detrás ante la necesidad, y apretaron a los amarillos.
Una reacción de Benidorm que empataría (24-24) en primera instancia mediado el segundo acto, y que lograría ponerse por delante acercándose al final del partido (28-26) Preocupación amarilla.
En la recta final, el corazón en un puño como el marcador del Palau d’Esports L’Illa. Marcó desde los siete metros. Vallés, para el 32-31. Tiempo muerto de Javi Márquez. Tocaba preparar la jugada del empate. Nervios. Ejecución en la pista y… balón al palo de Berbel ante Domenech. Increíble, pero cierto. Derrota y sufrimiento amarillo ante el renacer de Benidorm. Toca reaccionar en Pamplona.
