La escuadra amarilla doblega a Anaitasuna en un encuentro tremendamente reñido con idas y venidas en el marcador. Tras ventaja mínima al descanso (16-15) los de las tierras del Duero amarraran el triunfo tras cinco minutos fantástico en la reanudación
La primera en casa siempre sabe bien. El Tubos Aranda Villa de Aranda ya sabe lo que es ganar junto a los suyos tras doblegar a Anaitasuna por 27-26 en la 9ª jornada en Liga Plenitude ASOBAL. Victoria para la moral de un equipo que se engancha a la lucha por la salvación con un partido menos.
Buen arranque amarillo para mandar en el marcado en los primeros compases tras el 2-0 de inicio. La rosca para de Rogonovs para el 4-2 hacía presagiar un gran encuentro. Pero Anaitasuna no iba a ser comparsa y paso a paso fue arañando para empatar (4-4) y ponerse por delante a los diez minutos (4-5) tras un parcial de 0-3.
Apareció la raza amarilla para devolverle al juego lo que el partido le debía. Otro parcial de 3-0 ponía el 7-5 en el marcador y el cántico de “arriba… arriba” en la grada del Santiago Manguán. Al partido le quedaban muchos capítulo aún.
Vuelta a empezar con el 8-9 tras dos tercios de partido de una primera parte sin dueño. Se entonó la escuadra de Quique Domínguez para abrir brecha y mandar en el marcador con el 10-12. Había que reaccionar y con el 11-13 Márquz paró el partido para buscar la reacción de los amarillos. La confianza en el juego iba a ser fundamental para afrontar el devenir de un encuentro emparejado.
A falta de cinco minutos para el final, jugada clave. Fallo de Rogonovs para empatar el duelo (13-13) y a continuación acción de ataque navarra para poner el 12-14. Momento delicado.
y apareció el más inesperado, Pau Guitart para empatar desde su portería y atrapar otra bola en dos jugadas clave empataba el partido de portería a portería 14-14. Álex Berbel daría la vuelta al marcador para poner el 16-15 con el que se llegaría el descanso. Aire fresco.
Idas y venidas en un partido sin dueño
Comenzó la segunda parte con parcial navarro de 0-2 (16-17) para dar la vuelta al partido en un duelo con visos de resolverse en los últimos instantes. Cada bola iba a ser un tesoro. Así lo quiso entender la escuadra de Márquez para devolver la renta amarilla al electrónico (19-17) con un parcial de 3-0. Idas y venidas de parciales.
Pero los errores en el ataque amarillo seguían ofreciendo oportunidades a un Anaitasua que sobrevivía por la caridad amarilla. Llegó el gol de Agustín Vega para poner la máxima renta del encuentro (20-17)
Arthur ponía la puntilla a cinco minutos gloriosos de los amarillos para mandar el choque a un 22-18 que ofrecía muchas esperanzas en el triunfo de los delas tierras del Duero. Máxima renta del partido. Y la tónica se mantendría para seguir con el 25-20 a falta de algo más de diez minutos para el final. El Tubos Aranda Villa de Aranda se veía en la obligación de amarrar la primera victoria en casa, segunda de la temporada en la Liga Plenitude ASOBAL.
El ambiente en el pabellón acompañaba al equipo en el camino hacia el triunfo con el cántico de “no me importa lo que digan…”. La fiesta amarilla comenzaba a mostrarse con tintes más claros con el paso de los minutos finales.
Pero los partidos siempre duran 60 minutos. A eso se aferró un Anaitasuna con todo perdido. A eso y al típico miedo al triunfo de los amarillos. Pero Mosquera puso cordura (27-24) a falta de dos minutos. La primera alegría en casa se cerraría con 27-26.
Tras este partido se viene un fin de noviembre frenético para los amarillos con visita a Valladolid el próximo domingo y a continuación Benidorm y Logroño en el Santiago Manguán.